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Roots and Shoots: la historia del gran proyecto de Jane Goodall

Roots and Shoots: la historia del gran proyecto de Jane Goodall

Todos hemos oído hablar de Jane Goodall. Probablemente, sea la científica más famosa de la actualidad. Sus años en el Parque Nacional de Gombe abrieron la vida de los chimpancés a la humanidad. Cómo usan herramientas, comen carne y hacen guerras, entre muchos otros descubrimientos.

Pero hubo un factor clave para que Jane Goodall se convirtiera en una estrella. En 1962, un director de cine y fotógrafo llamado Hugo van Lawick, viajó hasta Gombe con la intención de filmar a los chimpancés que estaba estudiando Jane Goodall. Este fotógrafo supo ver que los chimpancés eran interesantes, pero que también era fascinante contar la historia de ella. Se encontró con una chica joven, mona y carismática. Todo el mundo que conoce a Jane dice que transmite paz, y la familiarizan a la figura de un ángel. Además, era científica y estaba estudiando a estos chimpancés con los que conectaba. Era la historia perfecta. 

Así que hizo una serie documental para la televisión no solo sobre los chimpancés, sino también sobre Jane, a la que tituló Miss Goodall y los chimpancés salvajes. Fue un gran éxito. A penas tres años después de empezar a estudiar a los chimpancés, Jane Goodall ya empezó a ser muy conocida.

Este es un ejemplo de la importancia de contar las historias detrás de la ciencia. Probablemente, si van Lawick no hubiese hecho este documental, ahora Jane Goodall sería muy reconocida y famosa dentro del mundo académico, pero no hubiese llegado a tanto en la sociedad, como le pasa a la mayoría de científicos que hacen investigaciones increíbles, pero que nadie conoce.

El gran mérito de Jane, es que supo aprovechar su influencia para hacer cambios significativos y se convirtió en un icono para la defensa de la conservación, la educación y los derechos humanos. Pero esto no lo ha hecho sola, sino movilizando a miles de personas porque, para ella, todos podemos marcar la diferencia.

Uno de sus proyectos más importantes es Roots and Shoots. Tuvo su inicio en 1991, en Dar es Salaam, Tanzania, de una manera humilde. Goodall llevaba un tiempo viajando dando charlas pero, en una de ellas, se encontró con doce estudiantes que tenían un interés especial. Se acercaron a hablar con ella porque estaban preocupados sobre ciertas cuestiones: unos sobre la pesca ilegal que estaba destruyendo los corales con dinamita, otros sobre el maltrato animal en los mercados y otros sobre la caza ilegal en los parques Nacionales.

Jane Goodall cuenta que les dijo: “Por qué no volvéis a vuestro colegio, agrupáis a los amigos que se sientan igual que vosotros y quedamos para hablar sobre lo que podemos hacer”. Esa fue la primera reunión de Roots and Shoots, en la que participaron 30 personas. El primer proyecto que se hizo fue la limpieza de una playa. La gente se reía de ellos. ¿Por qué hacéis esto si no sirve para nada?

Como explica Jane Goodall, el nombre “Roots and Shoots” es una metáfora:

“Imagina un gran árbol. Cuando empieza a crecer, desde una pequeña semilla sale un pequeño tallo con una pequeña raíz. Si lo hubieras podido coger te hubiese parecido insignificante, pero sabes que ahí hay una fuerza poderosa. Esas raíces pueden alcanzar el agua y apartar las rocas y ese tallo con la luz del sol puede alcanzar las grietas de un ladrillo y llegar a romperlo. Las rocas y los ladrillos son los problemas que los humanos hemos infligido en la naturaleza”

La filosofía de Roots ans Shoots se basa en la idea de que cada individuo es importante, cada individuo tiene un papel que desempeñar y cada individuo puede marcar la diferencia, sin importar su edad u origen. Sus tres pilares clave son: 

-cuidar de las personas

-cuidar de los animales  

-cuidar del medio ambiente

El conocimiento de los problemas medioambientales se considera crucial. Roots and Shoots anima a los jóvenes a realizar una evaluación de las necesidades de la comunidad para ayudarles a identificar proyectos relevantes a nivel local. Después, hay que pasar a la acción. El trabajo comunitario y las evaluaciones de proyectos, facilitan un conocimiento profundo de los problemas medioambientales locales. Por último, estas experiencias crean conexiones comunitarias que fomentan la compasión e inspiran aún más el servicio y el activismo comunitario.

Treinta años después de su creación, Roots and Shoots ha seguido creciendo por todo el mundo. Actualmente, el programa opera en 130 países y cuenta con más de 150.000 participantes. Poco a poco, el pequeño brote se está convirtiendo en un majestuoso árbol.

 

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