La polinización es uno de los procesos más importantes que se producen en la naturaleza. Pero ¿qué tiene de fascinante? La acción de polinizar resulta clave para la continuación de la vida vegetal, porque gracias a ella, la cadena alimentaria de ecosistemas enteros pervive. Esto significa -atentos, porque esto nos incumbe como especie- que gracias a la polinización tenemos la posibilidad de producir alimentos.

Un trabajo de equipo

Este proceso vital incluye agentes importantísimos como las abejas, mariposas, murciélagos o el viento. Todos estos actores, trabajando en conjunto, permiten que la vida continúe. Sin embargo, actualmente se encuentra en peligro debido a la pérdida de ecosistemas, uso excesivo de pesticidas y disminución de la población de insectos polinizadores. Seguro que te suena haber leído acerca de la importancia de cuidar a las abejas, que cada vez hay menos y que es importante su preservación. Pues tiene mucho que ver con este tema

Por esta razón en Utrecht (Países Bajos) han implementado un proyecto innovador que está relacionado con asegurar la supervivencia de los insectos. Conscientes de lo que significa que estos pequeños seres vivos desaparezcan, han convertido más de 300 paradas de autobús en jardines para abejas. ¿En qué consiste esta idea? Te lo explicamos.

Básicamente, se han instalado mini-jardines en los techos de las paradas de autobús para proporcionar polen a las abejas y así fomentar la polinización. Otra opción similar es la que se promueve en Ámsterdam, donde se instalan hoteles para abejas y mariposas -pequeñas casitas de madera hechas con palets donde pueden refugiarse-. Así les proporcionan un lugar seguro en el que poder anidar. Este tipo de acciones también se ha observado en Canadá, donde un grupo de conservación fabricó más de 400 hábitats para abejas en la ciudad de Alberta. 

Estructuras que dan vida

¿Por qué es importante fomentar este tipo de iniciativas?

• Protegen especies que están en peligro debido al cambio climático, pesticidas e inclemencias del tiempo.
• Facilitan la polinización de las plantas y ya hemos visto que esto es elemental para la producción de alimentos.
• Ayudan a tener bajo control las plagas de los espacios verdes.

¿Dónde podemos colocar este tipo de mini-estructuras? Debemos pensar en espacios que permitan dar cobijo a los insectos, cualquier localización no es apta. Un lugar soleado y protegido será siempre mejor que uno frío y húmedo. De esta manera, nos aseguraremos que el espacio esté siempre seco y adecuado para que avispas, abejas, mariposas y mariquitas puedan utilizarlo. 

Y, por último, ¿es realmente importante que nos impliquemos en la protección de estos pequeños seres vivos? Rotundamente sí. Su papel es fundamental para el cuidado de los ecosistemas y continuación de la vida. Además de polinizadores, controlan plagas y son una fuente de alimento indispensable para otras especies. La cantidad de insectos ya está disminuyendo en el mundo, pero si sigue avanzando e incluso llegan a desaparecer, las consecuencias en nuestro entorno pueden ser irreparables. 

Por ello, la próxima vez que veas una abeja párate un momento a pensar en su importancia para el planeta. Respetar todas las formas de vida y protegerlas es parte del cambio de conciencia que debemos integrar cada uno de nosotros. Por ello, el uso de los jardines para insectos es una idea creativa y fácil de implementar que esperamos comenzar a ver en los espacios públicos de aquí en adelante.