El COVID-19 ha venido para quedarse. Aunque ya no colapsa hospitales, sigue rondando por nuestras vidas, causándonos una variedad de síntomas como fiebre, dolor de garganta y de cabeza. En algunas ocasiones, se vuelve persistente y sus secuelas duran durante meses, afectando a nuestra calidad de vida.
Al ser una enfermedad tan nueva, nos queda mucho para poder entenderla bien y saber cómo tratarla. Por eso, la comunidad científica se está poniendo las pilas y, recientemente, ha sugerido que la balneoterapia podría ayudar a tratar los síntomas del COVID persistente.
¿Qué es la balneoterapia?
La balneoterapia es el conjunto de prácticas que utilizan aguas minerales, lodos y gases de manantiales naturales con fines terapéuticos. Se ha realizado desde tiempos inmemoriales para tratar una amplia gama de afecciones. Hoy en día, cuenta con numerosas evidencias científicas, por lo que se ha convertido en una parte importante de los sistemas de salud pública de muchos países.
En especial, se ha demostrado que la balneoterapia es muy eficaz en el tratamiento de enfermedades reumáticas, como artrosis, fibromialgia, artritis reumatoide y lumbalgia. Sus efectos duran hasta seis meses y, como esta terapia no tiene efectos adversos, es una alternativa muy buena al uso de aquellos medicamentos que no le sientan bien al paciente.
Las aguas minerales son una sustancia bastante compleja. Cada una está formada por una mezcla diferente de compuestos orgánicos e inorgánicos y sus efectos beneficiosos se deben tanto a sus propiedades físicas, como la temperatura, como a sus propiedades químicas, como la concentración y composición de sus sales. Estas características hacen que sea muy difícil comprender el mecanismo exacto por el que resultan terapéuticas.
No obstante, varios estudios ya han demostrado que hay minerales capaces de penetrar en nuestro organismo a través de la piel y que ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo. Esto implica que los efectos beneficiosos de la balneoterapia no se deben solo a la acción del calor.
¿Puede la balneoterapia mejorar los síntomas del COVID-19 persistente?
Los síntomas persistentes más comunes tras una infección de COVID-19 son la fatiga (60% de los casos) y la dificultad para respirar (50% de los casos), pero también se dan otros síntomas como malestar psicológico, dolor articular y muscular, trastornos del sueño, pérdida de memoria, neblina mental, dolor de cabeza o tos.
La Asociación Europea de Balnearios (ESPA) recomienda la balneoterapia para recuperarse de algunos de estos síntomas:
- Dificultad para respirar: está demostrado que la inhalación de los vapores provenientes del agua mineral de los balnearios mejora la elasticidad de los pulmones y reduce la inflamación.
- Dolores musculares: algunos tratamientos con fango tienen efectos antiinflamatorios, analgésicos y mejoran la circulación sanguínea.
- Malestar psicológico: la balneoterapia reduce los niveles de estrés y mejora el estado emocional, aumentando la calidad de vida.
También se han realizado investigaciones directamente con pacientes con síntomas de COVID persistente que corroboran los efectos beneficiosos de la balneoterapia. Por ejemplo, un estudio reciente del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, ha concluido que la balneoterapia reduce el dolor y la fatiga y mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo. Sin embargo, no ayuda a mejorar los síntomas cognitivos, como la neblina mental o la pérdida de memoria.
Balneario Caldes d'Estrac: un balneario sostenible
Es importante que los balnearios no sean buenos solo para la salud de sus clientes, sino también para la de sus trabajadores y la del medio ambiente. Un ejemplo a seguir es el Balneario Caldes d'Estrac, en Barcelona.
El equipo de Biosfera Sostenible ha avalado las buenas prácticas del Balneario Caldes d'Estrac por poseer un sólido plan de sostenibilidad:
- Ahorro energético: utilizan luces LED de bajo consumo.
- Eficiencia hídrica: ahorran agua en los baños mediante un dispositivo de regulación en los váteres y en la apertura y cierre automático de los grifos.
- Papel y productos biodegradables: han digitalizado procesos para ahorrar papel y utilizan materiales biodegradables.
- Impacto visual: sus instalaciones buscan causar el mínimo impacto visual en su entorno.
- Reciclaje de residuos.
- Medidas para evitar el despilfarro de alimentos
- Fomento del empoderamiento laboral y respeto de los derechos de los trabajadores.